¿Un limeño congresista por Apurímac?
Escribe, Efraín Gómez Pereira
Las elecciones congresales de abril próximo podrían deparar ingratas sorpresas para los apurimeños, si es que los electores no se informan a cabalidad sobre los aspirantes a dos curules por nuestra región. Es más, si es que no identifican a los 72 candidatos hábiles que intentan una representación a través de 19 listas ya inscritas formalmente, podrían elegir “gato por liebre”.
Una pregunta elemental, exenta de cualquier chauvinismo es: ¿Cree usted, amigo lector, elector, que un ciudadano limeño, nacido en Lima y con residencia en Lima, puede ser un buen congresista por Apurímac? ¿Podría hacer gestión parlamentaria por una región que no es la suya?
Pues bien, agárrese, en la lista de 72 postulantes inscritos ante el Jurado Nacional de Elecciones JNE, hay once limeños, tres cusqueños, dos ayacuchanos, un arequipeño y un lambayecano. Así están las cosas. Así es la democracia nuestra que lo admite. ¿Es que para los 19 partidos inscritos no hay apurimeños capaces para esta honrosa representación?
Una revisión a la Plataforma Electoral, del JNE, permite descubrir algunos datos que ponemos al alcance de los apurimeños, para que decidan bien y no lo lamenten después, como ha sucedido con las elecciones de las últimas tres décadas. Los cuatro aspirantes del partido Victoria Nacional, del favorito de las encuestas Harold Forsyth, son limeños: Jorge Perlacios, Luis Ramírez, Patricia Odar, nacieron en Lima y viven en Lima. Rubí Calvo, nacida en Lima, vive en Abancay.
Los tres aspirantes hábiles por el PPC no son apurimeños. Gilberto Ampuero y Rosa Mendoza, nacieron en Lima y Marcelo Apaza, en Arequipa. Los candidatos María Hilares y José Ayala, por el Frepap, son nacidos en Lima. Jorge Cuadros, por Renovación Popular, nació y vive en Lima; Zuelem Torres, por Podemos, nació y vive en Lima. Freddy Aréstegui, por Avanza País, nació y vive en Lima. A estos agreguemos los siete nacidos en otras regiones.
Si yo votase en Abancay, los descartaría de plano, y buscaría las dos opciones entre los paisanos nacidos y residentes en nuestra región. ¿Los partidos que postulan al Congreso, no han podido encontrar entre apurimeños, hombres o mujeres capaces de una candidatura? ¿Por qué pretenden imponer ciudadanos ajenos a nuestra realidad para una representación política tan importante?
En la bandeja apurimeña tenemos, 18 aspirantes nacidos en Abancay y distritos; 17 nacidos en Andahuaylas y distritos; ocho nacidos en Aymaraes y distritos; seis nacidos en Chincheros y distritos; tres nacidos en Antabamba; uno en Grau y uno en Cotabambas. De ellos saldrán elegidos solo dos.
Obviamente no será la única condición –haber nacido y vivir en Apurímac- que exijamos para elegir a nuestro representante ante el Congreso de la República. Deberemos buscar y conocer sus propuestas, su capacidad, sus antecedentes, su hoja de vida, sus relaciones familiares y comunales. Que esté libre de pecados y demuestre honestidad y ganas de trabajar por Apurímac.
¿Difícil encontrar un cuadro con estas características? La experiencia con los elegidos en anteriores jornadas, nos dice que no hay cuadros perfectos, candidatos ideales. Pero hagamos el esfuerzo de hurgar por la información adecuada, no solo en la plataforma del JNE, sino en el propio entorno de los candidatos. Tenemos tiempo. Es nuestro deber ciudadano.
Apurímac merece una representación legítima, idónea. De los propios apurimeños depende que esta vez se elija bien, lo que significa que se haga compulsando capacidades, conocimiento e idoneidad entre los aspirantes. No se debe elegir a alguien que más tarde sea señalado como incapaz o que figure en una lista con prontuario.