FAE-Agro y Reactiva Perú: odiosas diferencias
Escribe, Efraín Gómez Pereira
Brechas, discriminación, favoritismo, desinterés, ninguneo. Llámese como se llame, el tratamiento que el estado, la sociedad, el gobierno da a la agricultura es un asunto de muy seria preocupación. Las empresas grandes y pequeñas son tratadas, en muchos sentidos, de manera diferente. Para las primeras, hay normas que las favorecen directamente; para las otras, nada de nada, solo discursos.
A raíz de la emergencia causada por la pandemia, y recogiendo el clamor de terceros, el gobierno creó, en julio pasado, un programa de crédito con garantía estatal para la agricultura familiar, ese segmento económico que produce el 70 por ciento de los alimentos que llegan a las mesas de los peruanos.
Este sector, que padeció y padece como muchos otros, la dureza de los efectos de la crisis sanitaria, no ha dejado, a pesar de ello, de producir un solo día durante los meses de confinamiento obligatorio y emergencia.
Se destinó un fondo de 2000 millones de soles para el campo, con la finalidad de facilitar capital de trabajo a 270 mil pequeños productores y garantizar la campaña agrícola 2020-2021, tanto de cultivos transitorios, permanentes y la actividad pecuaria.
Lo cierto y penoso es que a pesar de la crisis y la necesidad apremiante de recursos en el campo para las siembras de la campaña grande, FAE-Agro, apenas colocó en tres subastas, 47 millones de soles; resultado de la poca dedicación de Cofide y de las burocráticas exigencias señaladas para los potenciales clientes.
Como el programa no cuaja y es un fracaso, la burocracia hace lo que mejor sabe hacer: más burocracia y papeleo, modificando normas y estrategias que no aterrizan. Ahora para acceder a FAE-Agro, el productor puede manejar hasta diez hectáreas de cultivos -por qué no 50 o 100-, y entre otros requisitos: tener hasta 3500 conejos, 300 colmenas de abejas, 200 vacunos, 600 ovinos, 1000 camélidos, 500 caprinos, 4000 cuyes, 10000 aves, 250 porcinos. Tarea milimétrica para los operadores de créditos. A contar se ha dicho.
La tasa de interés aplicada a los recursos de FAE-Agro, oscila entre 6.25% y 13.50%. El Fondo AgroPerú, administrado por Agrobanco tiene una tasa de 3.5%. Los usuarios de estos créditos son los mismos productores: los agricultores familiares.
El programa, denominado FAE-Agro, emula a Reactiva Perú, implementado para socorrer a grandes, medianas y pequeñas empresas que la veían difícil al iniciarse a emergencia. La sustancial diferencia es que Reactiva Perú, se creó con un fondo total de 60 mil millones de soles.
A octubre 2020, según Cofide, responsable del manejo de estos programas, Reactiva Perú ha colocado en subastas, 58 mil millones de soles, para atender a 501 mil empresas. Los créditos de este programa canalizados por entidades del sistema financiero, aplican tasas de interés de 0.95% y 2.62 %. Una ganga.
El tope de los créditos es de 10 millones de soles, millonario monto al que accedieron 861 empresas grandes de diferentes rubros, incluido muchas agroexportadoras. A los créditos entre 400 mil y diez millones de soles, accedieron 24,403 medianas y grandes empresas, que recibieron en grueso S/43 mil millones. El resto, es decir, los 14 mil millones pendientes, se distribuyeron entre 477 mil empresas pequeñas. Hay un crédito de S/234.
En resumen y haciendo una odiosa comparación: Reactiva Perú canaliza 60 mil millones para 500 mil empresas. FAE-Agro 2 mil millones para 270 mil productores. Reactiva Perú cobra una tasa de interés de 0.95 y 2.62 %. FAE-Agro aplica entre 6.25% y 13.50%. Reactiva Perú puede colocar hasta 10 millones de soles por crédito individual. FAE-Agro hasta 30 mil soles máximo. Grandes diferencias que describen una dolorosa realidad. Solo en Perú.