martes, 6 de abril de 2021

Feliz día, Mamá Victoria

Feliz día, Mamá Victoria 
Escribe, Efraín Gómez Pereira

Hoy cumple 85 años. A pesar de los naturales contratiempos de la edad, se mantiene vital, dinámica, siempre atenta y conversadora. Victoria, Mamá Victoria, es la imagen de la mujer madre, amiga, compañera íntegra y bondadosa, que tiene proscrito la palabra “no” de su léxico diario. Es una mujer lambramina, de la vida real.

Hace algún tiempo le pregunté entre curioso y bromista: “¿Mamita, cuántos hijos tienes?” Sin titubear afirmó: “casi una decena, papá”. Y es que Victoria, que llegó a mi vida –como esposa de Laureano, mi señor padre- hace más de cinco décadas, cuando yo era un niño apenas, se encargó de cumplir el noble papel de madre de cinco menores hijos: Genaro, Alfredo, Rafael, Efraín y Mery, los hijos de Laureano, viudo de mi madre, Dora. 
En Lambrama, hace algún tiempo. 

Victoria tenía dos hijos, que se suman mis dos hermanas –Gladys y Martha- procreadas como mi padre. En efecto, son casi una decena de hijos, que convivieron en la residencia de Tomacucho. Años felices, entre alegrías y tristezas, entre esperanzas y preocupaciones. Sus “casi diez hijos” bien logrados, hombres y mujeres de bien. 

Lloró la temprana partida de su hija mayor, aun joven. Un tema que a pesar de esconderlo, la mantiene en nostalgia insuperable. En Lambrama y en Abancay, Victoria y Laureano, criaron a los hermanos Gómez Pereira, Gómez Gamboa y a Lino. Hoy vive con sus hijas y sus nietos en Abancay, entre Patibamba y Quitasol. 

Es un tren que nada la detiene. Lleva con puntualidad inglesa, flores y velas a Laureano, en su descanso eterno, en Lambrama. De vez en cuando tengo la dicha de saborear sus cuyes rellenos, canchita chullpi, chicharrones muy a su estilo, que llegan a Lima, como encomiendas.

¿Qué decir de una mujer que forma gran parte de mi existencia, que reemplazó con creces la ausencia de mi madre? La dulzura de su forma de hablar, la ternura de sus expresiones, el esmero de sus atenciones, la envidiable sazón de sus comidas, las lágrimas soltadas en cada conversación telefónica, encargando la bendición y salud de mis hijos, sus “nietos”, de su hijo Lino; la grafican como a un ser formado para personalizar a la Madre, con mayúsculas.

Victoria Gamboa Zúñiga, que dejó su natal Paccaypata, para recalar en Tomacucho, es la madrastra que superó, a pesar de su ignorancia académica, sino con su natural conocimiento de vida; los naturales temores y riesgos del rechazo de los hijos, de la familia, del entorno que rodea al esposo con hijos, gracias a su personalidad afable, íntegra, humana.

Si algunos escritores de novelas y cuentos han estigmatizado a la madrastra como una mujer mala, sin escrúpulos, calculadora; debían conocer a Victoria, que es la otra cara de la medalla; la bondad hecha mujer-madre. 

Con esta pequeña semblanza, mi afecto, mi amor a Mamá Victoria, en este día especial, pidiendo que el Señor nos permita tener su compañía, sus bendiciones, su calor de Madre, por muchos años más. Allinta munaiki, Mamá Victoria.

lunes, 5 de abril de 2021

Otro año escolar en pandemia

Otro año escolar en pandemia
Escribe, Efraín Gómez Pereira

Otro año de aprendizaje para la educación en la persistente etapa de pandemia. Con notorias falencias, como la escurridiza distribución de tablets para docentes y alumnos de primaria y secundaria, la difícil conectividad en áreas rurales alejadas, la deserción de miles de estudiantes, la desconexión entre el docente y el alumno, está en marcha el año escolar 2021 en la región Apurímac .

Según la Dirección Regional de Educación, son 122 mil estudiantes matriculados en la región Apurímac, que serán atendidos por más de 10 mil docentes, en la modalidad de clases virtuales. Hay un importante 30% de matrículas aun no confirmadas. Se espera que los protocolos diseñados para evitar el contagio del virus se apliquen a cabalidad en el entorno de estudiantes y docentes. 
Escuela primaria de Lambrama 

Planificación y actualización de los instrumentos de gestión, es el eje que desarrollarán los docentes, señala la región, a tiempo de afirmar que “hay estrecha coordinación entre la comunidad educativa, autoridades regionales y locales, para dinamizar la educación digital con conectividad y herramientas tecnológicas, especialmente en el área rural donde las brechas educativas son mayores”.

Se trata, además, de proyectar y ejecutar una estrategia educativa orientada a “lograr que los estudiantes que el año pasado no pudieron acceder regularmente a la educación virtual, en el 2021 sí tendrán la oportunidad de desarrollar sus clases a través de este proyecto”.

Para el efecto se ha distribuido 37 mil tablets, que se suman a las 16 mil entregadas el año pasado tanto a docentes como a estudiantes de primaria y secundaria, distribuidos en las 8 Unidades de Gestión Educativa Local UGEL de la región.

La disposición sectorial es que el desarrollo de las clases virtuales será evaluado de manera rigurosa, sobre todo en el acatamiento de los protocolos Covid 19, a fin de promover el retorno a la normalidad de manera progresiva, gradual y voluntaria.

Tarea del Gobierno Regional es poner en uso la conectividad, a través de las antenas de radio y televisión, sobre todo en lugares alejados de la región, que son las que padecen de esta brecha de interconexión que afecta a miles de estudiantes.
IE Guillermo Viladegut Ferrufino, de Lambrama 
La situación de la educación remota o virtual del distrito de Lambrama, grafica la realidad de la educación rural en pandemia en nuestra región. De acuerdo al profesor Alipio Chipana Yupanqui, director del colegio “Guillermo Viladegut Ferrufino”, este año se han matriculado 147 alumnos, para seis secciones de secundaria, que serán atendidos por una plana docente de 14 profesores.

El número de alumnos es similar al del 2020, cuando se matricularon 143 estudiantes, de los cuales por la pandemia se registró un ausentismo del 20%.

Dato interesante es que en este colegio secundario se han distribuido 120 tablets entre docentes y estudiantes. Hay 98 alumnos que cuentan con teléfonos inteligentes, que les permite participar de las clases virtuales.

Sin embargo, a pesar de estas luces visibles, la realidad de la conectividad da mucho que desear. Muchos alumnos, sobre todo los que residen en comunidades del entorno o alejadas a la capital del distrito, padecen de las facilidades de interconexión. No hay internet y los accesos a la radio municipal o a la televisora estatal, están limitados a la voluntad de las autoridades municipales.
  
En Lambrama, la retransmisión por televisión y radio de los programas virtuales, como “Aprendo en Casa”, se hace con soporte municipal, entidad que lejos de dar facilidades se muestra poco colaborativa con la gestión educativa en el distrito.

En ese sentido, el director del colegio pide que el municipio libere los accesos a la tecnología que permitan a los escolares de Lambrama y comunidades puedan asistir a las clases virtuales sin dificultades. Sumar esfuerzos es una buena recomendación.