Distrito de Lambrama cumple hoy, 181 años
Escribe, Efraín Gómez Pereira
Con serias y permanentes dificultades, como cualquier otro pueblo andino que se abraza a diario con la pobreza y pobreza extrema, el distrito de Lambrama cumple hoy, 181 años de creación política.
Sus tradiciones comunales, su riqueza ancestral en cultura autóctona, como el carnaval campesino, su potencial agropecuario, su capacidad generadora de posibilidades productivas en sus ríos y lagunas, sus jarawis y wakatakis, miran a través de los aires frescos y nevados esporádicos del Apu Chipito, que esta situación cambiará en algún momento, debe cambiar, tarde o temprano.
Al igual que cientos de pueblos andinos, alejados de las decisiones políticas para presupuestos y recursos frescos, Lambrama y sus 19 comunidades afrontan con estoicismo, la dura presencia del coronavirus, que ha trastocado su calma diaria, para hacerla de preocupación constante entre sus pobladores y autoridades.
En estos días, los lambraminos vienen participando de una serie de actividades comunales, restringidas por cierto, por el tema de la emergencia sanitaria. Algunas inauguraciones de obras municipales como trochas carrozables, criaderos de truchas, canchas sintéticas, coordinaciones entre los residentes en otras ciudades, concursos de canto y música, concurso de doma de caballos, que le ponen color y calor a las celebraciones.
Es aspiración general que después que pase el temporal de la pandemia, que afectó a 114 lambraminos con casos positivos registrados hasta esta semana, Lambrama siga encaminándose; con el apoyo de todos, con la inclusión de los jóvenes retornantes, también a causa de la pandemia, para que recuperando su estatus de comunero originario, sume en fuerza y sueños al anhelo de ver a este pueblo con crecimiento y desarrollo sostenidos.
Este año, el presupuesto del Fondo de Compensación Municipal (Foncomun), destinado al distrito fue recortado en un 50%, lo que ha limitado de manera severa, la implementación de actividades o la ejecución de proyectos programados con antelación por el municipio.
Un pueblo con presupuesto limitado está destinado al padecimiento permanente. Es un reto para las autoridades que deben ingeniárselas para suplir esta carencia con iniciativas de participación comunal, de jornadas populares que pueden y deben aligerar la carga de “falta de recursos”, que en muchos casos, son pretextos y justificaciones para la inacción o el conformismo.
Los lambraminos están dedicados, en estos meses, a la siembra de papa nativa en los “laimes” de Llakisway; al cultivo de maíz en los valles y predios colindantes al pueblo y sus comunidades, como Uriapo, Allinchuy, Surupata, Occopata, Ccosccopata, Luntiapo, Huaranpata, Suchuna, Huecce, Itunis, con la seguridad que habrá buena cosecha de paraccay, chullpi, moro, kulli y otras variedades nativas de maíz, que junto con la papa, garantizarán la alimentación del pueblo.
En estas celebraciones no habrá jolgorio masivo, ni corrida de toros, ni carrera de caballos. Estará ausente la alegría chispeante generada la chicha de jora y el cañazo compuesto, curado con yerbas aromáticas, con ramas de sotoma, con raíces de peperme y cáscara de naranja. No habrá desfile escolar, ni presencia colorida de las delegaciones de sus 19 comunidades y sus canciones originarias.
Será una fiesta austera, obligada por las circunstancias. A pesar de ello, los abrazos virtuales unirán a los “wakrapukus” lambraminos que viven en sus barrios de Chucchumpi, Uraycalle, Pampacalle, Chimpacalle, Chacapata, Tomacucho, Llactapata, Michihuarkuna, Ccotomayu, que por decisión de alguna burocracia incongruente con la historia y las costumbres, las giró hacia los barrios de San Blas, Santa Rosa de Itunis, La Florida, Los Libertadores y 19 de Noviembre.
“Festejarán” con igual calor las Comunidades y anexos de Caype, Cruzpata, Siusay, Huayrapampa, Seccebamba, Matara, Suncho, Atacama, Urpipampa, Pichiuca, Kera, Marjuni, Payancca, Chua, Lahuañi, Kalla, Santa Cruz de Paccaypata, Soccospampa y Kisuara. Feliz aniversario, Lambrama.