lunes, 10 de junio de 2024

Hablando sobre nuestra Micaela

Hablando sobre nuestra Micaela
Escribe, Efraín Gómez Pereira

Una conversa amena, aderezada por un decantador con vino tinto que acompañó un sabroso tallarín abanquino con albóndigas, sazonado con cachicurpa rallado, nos atrapó por más de tres horas, el jueves pasado. En esa reunión nos conocimos personalmente, con Luis Echegaray Vivanco, agotando una etapa de saludos e intercambio de información y opiniones, a través de las redes sociales, el WhatsApp en especial.
El encuentro, con el pretexto del cumpleaños del anfitrión, fue muy amical, abierto y sincero permitiendo conocer en qué anda cada uno de los participantes: Luis Echegaray, César Navío y Efraín Gómez, y Noelia, esposa de Luis. 
Luis Echegaray, Efraín Gómez y César Navío

Abancay y sus riquezas, sus gentes, su historia y las desventuras de sus autoridades; Lambrama y sus costumbres y tradiciones, también sus desventuras, acapararon parte de la jornada hasta que el centro de las idas y vueltas fue dominado por Micaela, nuestra Micaela, de la que los apurimeños, en especial los abanquinos, sentimos orgullo.
Y es que escuchar a Luis Echegaray, el santuyoc, hablando sobre Micaela Bastidas Puyucahua, no solo entusiasma y contagia, sino permite conocer las razones del por qué es, o debe ser, considerada una peruana universal, por encima de las disputas localistas sobre el lugar de su nacimiento, que apurimeños y cusqueños se arrogan.

Luis Echegaray, quizás el abanquino o peruano más informado sobre nuestra heroína, es enfático en afirmar el origen abanquino, nacida en Tamburco, de nuestra Micaela. Por eso, por el entusiasmo que le pone al hablar sobre la tamburquina, es tarea de todo peruano, en particular de todo apurimeño, entender sus propuestas, rebuscar sus escritos y leer su libro “Micaela” (Julio, 2019). Así conoceremos a Micaela.
Entusiasta como en sus textos que solemos leer en las redes, plantea trabajar desde un Patronato, la valoración histórica de la esposa de Túpac Amaru II. Reconocerla como estratega y lideresa de la gesta independentista, culta y decidida, en todas sus responsabilidades.
Un gran parque en la ciudad capital donde se erija su busto y una leyenda que pondere su peso histórico, podría ser un homenaje popular, para que los peruanos entendamos su valía. En Buenos Aires, Argentina, se encuentra el Parque Micaela Bastidas, en una extensión de 7 hectáreas, y es un centro de atracción turística y ambiental de primer nivel. 
Una Ley que eleve la personalidad de Micaela, a nivel de Primera Generala del Ejército Peruano, en reconocimiento precisamente a su rol de estratega en la gesta tupacamarista, sería la merecida distinción institucional a una mujer de la que se habla mucho, pero de la que se dice muy poco.
Hay un compromiso inicial para sumar fuerza, tiempo y dedicación a fin de convertir en realidad los sueños sobre Micaela. Esperamos que la propuesta se formalice y sea asumida como tarea de todos.