Lambrama: Taccata pampapi
Escribe,
Efraín Gómez Pereira
Es innegable que los abanquinos sentimos inocultable orgullo por tener muy cerca a nuestros corazones y a una ligera distancia física, a la emblemática laguna del Ampay, formada por Uspaccocha y Angasccocha, hasta donde trepamos, hace más de cuatro décadas, en infante y traviesa aventura. Igual sentimos por la generosa laguna de Rontoccocha, proveedora del agua que alimenta a la variada producción agrícola en todo el valle primaveral.
Ampay, biodiversidad, agua, nevado, intimpas, tarucas, zorros, osos de anteojos, aventura, videos y fotografías para el recuerdo; es hoy, ruta obligada para el turismo de aventura local y de la que no escapan ni residentes, ni foráneos. “Ampay ccochacha, Mariño mayucha, vinochachus cahuac, tomarucuykiman…”
La misma sensación de orgullo la tenemos los lambraminos Waqrapukus, por la envidiable nobleza de la laguna de Taccata, unida en un abrazo milenario por las lagunas Orccoccocha y Chinaccocha.
Dice la leyenda que en los años aurorales, el cerro Waccoto y la laguna Mama Taccata andaban distanciados por mantener la hegemonía como el Dios Andino ante los pobladores de las inmediaciones. Los viajeros, arrieros y ovejeros, buscaban el amparo del nevado Waccoto, para lo cual le levantaban apachetas con piedras recogidas en las orillas de Mama Taccata.
La
laguna Mama Taccata, herida en su orgullo femenino, castigaba a quien osara
levantar una sola piedra de sus bordes, envolviéndolo con ichu y totora
heladas.
En un amanecer lluvioso, con carga de rayos y truenos que se escucharon en todo el valle de Lambrama, Waccoto reaccionó furibundo y lanzó una enorme roca sobre la laguna. Esta rodó por las laderas, arrancando de raíz ichus y queuñas, con tal fuerza que abrió una brecha en medio de la laguna, partiéndola en dos. Así surgieron Orccoccocha y Chinaccocha.
En reacción febril, dolida y severamente afectada en su integridad, con fuerza inusitada, Mama Taccata envió con un potente huaracazo, un huevo de huallata que dio en la base el nevado, abriendo un enorme forado, que es como hoy se observa la cueva o Waccoto Machay. Desde entonces, ambos viven en relativa paz y, cada uno a su manera, vigila la integridad del otro.
Este lugar de encanto, es una joya natural que los lambraminos la han colocado en un pedestal del orgullo pueblerino. Taccata es una laguna emblemática para la comunidad campesina de Lambrama. Ubicada a 15 km en la ruta al distrito grauino de Curpahuasi, alberga en sus dos componentes, una enorme riqueza natural en flora y fauna que merecen ser estudiados con detenimiento.
La Dirección Nacional Técnica de Demarcación Territorial, de la Presidencia del Consejo de Ministros, al aprobar el Estudio de Diagnóstico y Zonificación de la Provincia de Abancay, señala “…La Provincia de Abancay…cuenta con un gran número de lagunas que son una reserva importante de este recurso hídrico, detallándose a continuación… “Laguna de Taccata (Orccoccocha y Chinaccocha), ubicada en el distrito de Lambrama, de la provincia de Abancay, a una altitud de 4350 msnm., las dos lagunas conforman una sola unidad geográfica”.
A este lugar se llegaba, antes que una carretera surcara por su mitad, a lomo de caballos y mulas, en caravanas familiares por vacaciones de fin de año, o en jornadas individuales correspondientes a la vida natural que se desarrolla en chozas de ichu, desde donde se custodian manadas de vacunos, rebaños de ovinos y tropas de equinos criollos, pertenecientes a los lambraminos.
En la actualidad el acceso a Taccata es más fácil. La carretera la acercó a la población. En una sola jornada, se puede ir de paseo, que incluye relax, el almuerzo campestre, y la posibilidad de aventurarse a una pesca artesanal de truchas, que fueron sembradas por programas municipales o regionales.
En esta región, de frío gélido en ciertas épocas del año, se pueden avistar especies arbóreas y arbustivas de rebuscada presencia, que son usadas por los lugareños para proveerse de material de construcción de las chozas o de leña para sus cocinas o tullpas. La laguna tiene un habitual inquilino, la totora en abundancia que los lugareños la emplean para tejer sogas, trabas, petates y canastas.
El ichu abunda en las pampas y laderas de Taccata, como en toda la puna lambramina, y compite en prestancia con la fuerza del viento silbador y de las agresivas nevadas, cobijando waraccos y perdices; y brindando calor a los humanos que lo emplean para techar sus chozas o chucllas, que siempre están humeando, señal de que está siendo habitada.
También destacan por su ligera abundancia la queuña, quishuar y el chachacomo, así como las flores nativas de colores caprichosos como la sotoma y el surfu, que las jóvenes casamenteras o las casadas felices, las llevan hidalgas en sus sombreros tejidos con lana de oveja, haciendo un arcoíris de colores con mantas, botones y llicllas.
Las aves que viven en las aguas de Taccata son variadas. Patos, gallaretas, ajenjos nadando en fila india, como posando para las fotografías. Sobresalen las imponentes figuras de las gráciles parihuanas, vestidas de eterno rojo y blanco, así como las delicadas huallatas, que siempre van emparejadas. Halcones y águilas, vuelan entre las rocas, compitiendo en la bulla de los jacakllos, y siempre alejados del majestuoso cóndor, que muestra su figura de collar blanco, de cuando en vez. También se pueden observar perdices, cuculíes, búhos o tucos, loros, killinchos y sewar ccentes.
En la zona, hábitat natural de las vicuñas, se ha gestionado desde hace muchos años, el centro de protección natural de vicuñas, razón por la cual se pueden observar a estas bellezas en medio de las cercas y alambradas levantadas por los lambraminos y custodiadas por guarda parques campesinos, para cuya seguridad tienen un local comunal construido en un descanso entre las dos lagunas.
En las laderas de Taccata, mirando hacia el Waccoto, se han visto en muy raras ocasiones, zorros, gatos salvajes y unchuchucas. Las vizcachas que se deleitan trepadas sobre las rocas de las laderas en busca del sol, son codiciadas por los cazadores furtivos. Los guarda parques también se encargan de su custodia y defensa, al igual que de toda la flora y fauna de Taccata.
La laguna de Taccata es un centro de obligada visita para quienes desde lejos extrañan los aires, sabores y colores de la tierra que los vio nacer. Lambraminos o foráneos, deberemos aprender esta breve estrofa del huaino que le rinde terrenal homenaje: “Taccata pampapi tropantin vicuña, presocha rishactiy silvaykamuhuanqui. Tarucatapis, vicuñatapis tropanmanta taccanima; chaychus mana mamanmanta ususinta taccaruyman…”