“LIZAS PAPA”, DE CCAHUAPATA, EN LAMBRAMA
Efraín Gómez Pereira
Hace más de dos décadas, entrevisté al científico cusqueño, agrónomo Carlos Ochoa Nieves (1920-2008), sobre las variedades de papa existentes en nuestro país. Ante la consulta sobre el valle o pueblo que lo había impresionado en sus investigaciones, por albergar especies nativas desconocidas o no registradas hasta ese momento, mencionó la variedad “lizas papa”, que había encontrado en un paraje apartado del distrito de Lambrama, en Abancay, Apurímac.
Se refería a la zona de Ccahuapata, frente a
Ccaraccara, en donde había pasado días enteros buscando novedades que pudieran
servir para lograr variedades de papa resistentes a las plagas o clima.
Mi sorpresa emocionada fue evidente, pues
regresé a mi infancia en Lambrama, y precisamente en el predio de Ccahuapata, donde
pasábamos en familia, las vacaciones de verano, tomando leche fresca y comiendo
ccolla papa con queso.
Me acordé del “lizas papa”, un tubérculo sumamente
amargo parecido al olluco y a la vez a la papa, y que no era para consumir y crecía
como yerba silvestre.
Con mis hermanos la recogíamos entre las
pircas y pedrales del fundo, hoy abandonado, para jugar al comerciante de
papas, sin sospechar que se convertiría en un gran hallazgo del desaparecido
Carlos Ochoa, que era conocido como el “Indiana Jones de la papa”.
Según Wikipedia, Carlos Ochoa, realizó investigaciones
genéticas logrando las variedades mejoradas de papa Renacimiento, Mantaro,
Antarqui, Tomasa Condemayta, Yungay y otras, que han aumentado la producción de
papa en el Perú.
Participó en la clasificación de más de 12 mil
muestras de papas nativas cultivadas, agrupándolas en 11 especies en 3600 morfotipos
diferentes. Asimismo, recolectó y clasificó cerca de 1700 colecciones de papas
silvestres, agrupándolas en 140 especies”.
Es seguro que la “lizas papa” de Cchahuapata,
forma parte de ese vasto legado que dejó al Perú y al mundo, este renombrado científico
cusqueño.