Encomiendas
lambraminas: De la cosecha a Lima
Escribe, Efraín Gómez Pereira
Una original
y humana forma de apoyar a los provincianos que pasan dificultades en Lima, a
causa de la cuarentena por el coronavirus.
Lambrama, es un distrito abanquino de 5,500
habitantes. En el Mapa de la Pobreza está clasificado como “pobre no extremo”. Se
trata de un distrito, de 19 comunidades, con elevados niveles de desnutrición y
anemia infantil; señal evidente de que la cosa no es fácil para los
lambraminos. Más aun en épocas de coronavirus.
A pesar de ello, en la última semana los comuneros y
dirigentes comunales de ese pequeño pueblo serrano, se dieron maña para
rememorar viejas costumbres de sus ancestros y poner en marcha el envío de las
famosas “encomiendas” a sus hijos y familiares que las ven difícil en Lima y
otras ciudades de la costa centro, Cañete, Ica, Nazca.
En la sierra sur es época de cosecha. En la pobreza de
los lambraminos hay, sin embargo, abundancia de choclos de maíz amiláceo, papas
nativas, ollucos y mashua. También quesos, charqui y chuño. Y en Lima, algunos
lambraminos residentes no tienen abundancia de nada sino de esperanzas. Ambas
abundancias hicieron humana coincidencia.
En un acto humanitario, los naturales de Lambrama, se
organizaron familia por familia, comunidad por comunidad, para apoyar con
productos recién cosechados a sus paisanos que han formado familia en la ciudad
capital y donde, a causa de la emergencia generada por la pandemia, afrontan dificultades,
como muchos peruanos.
Edgar Estrada Flores, ex presidente de la comunidad campesina
de Lambrama, gestor de esta iniciativa, afirma que “hay carencias entre
nuestras familias, muchos de las cuales viven en asentamientos humanos, pueblos
jóvenes y distritos populosos. Para apoyarlos nos hemos organizado, comunidad
por comunidad, acopiando papa, olluco, choclo, cebada, yerbas, hojas de
eucalipto, queso, charqui, cuyes, canchita y enviarlos directamente a cada una
de las familias”.
Las familias de las comunidades campesinas, recolectaron
sacos y sacos de alimentos frescos y procesados artesanalmente. Desde la plaza
del pueblo, el traslado de los productos se hizo en un camión privado cuyo
flete fue pagado por los familiares, de acuerdo al peso correspondiente.
Los sacos y bolsas de alimentos se entregaron de
manera coordinada en diferentes puntos identificados en Nazca, Ica y Cañete; y,
en Lima, en lugares definidos de Villa El Salvador, San Juan de Miraflores, El
Agustino, Comas y Jicamarca.
La
logística de distribución en los puntos de llegada fue coordinada por Henry
Flores Gamarra, a través de su fan page Integración
Lambrama, que estuvo muy activo en estas últimas semanas.
En
Villa Salvador la responsabilidad de
lugar y entrega recayó en Dionisio Chipana; en San Juan de Miraflores, Flora
Yupanqui Pumapillo; en El Agustino, Bacilia Gamarra Camacho; en Jicamarca,
Zoilo Gamarra Espinoza; en Comas, Alipio Mendoza. Las organizaciones sociales
distritales afincadas en Lima, sin mucho alboroto, hacen las cosas más fáciles,
dejando lecciones que asimilar.
Las redes sociales y el teléfono móvil fueron
cruciales inclusive para casos difíciles, como el de la señora Francisca
Ñahui Sánchez, quien no daba señales de su paradero en San Bartolo, a la hora
acordada. Al final, luego de superar contratiempos, sus familiares la pudieron
ubicar a través del teléfono desde la comunidad de Kera, y Francisca recibió
sus papitas nativas y sus choclos.
Las reacciones de los “limeños” fueron de
agradecimiento al gesto comunitario de sus familiares. Muchos publicaron orgullosos
fotografías de sus alacenas llenas de papas negras nativas, mesas servidas con
choclos y queso cachicurpa, llegados desde Lambrama, en bolsas de encomienda,
como en los viejos tiempos.
El municipio también apoyará
En
esta primera experiencia de encomiendas no participó el municipio distrital. El
alcalde del distrito Hilario Saldívar Taipe, anunció que en esta época de cosecha,
el municipio organizará por lo menos el envío de dos cargamentos de alimentos a
Lima y otras ciudades, en coordinación con las comunidades y familias, así como
con las organizaciones sociales que representan a los residentes de Lambrama en
la ciudad capital.
Están
organizando cosechas por grupos, cumpliendo los protocolos de salud y
distanciamiento exigidos. “No queremos improvisar ni apresurarnos. Los
almacenes deben estar desinfectados, al igual que los envases para los
despachos. Debemos evitar que las encomiendas se queden en los almacenes de
llegada sin que los beneficiarios las recojan a tiempo”.
Así
mismo, el municipio distrital, de la mano con el gobierno Regional de Apurímac,
viene apoyando el retorno de lambraminos en situación de vulnerabilidad que se
encuentran en otras ciudades. Ya cumplieron con el traslado de un primer grupo
de 15 personas, procedentes de Cusco, Espinar, Puerto Maldonado a Ica. Todos
han pasado la cuarentena obligatoria y los controles médicos.
En
la comunidad de Siusay, atendieron a cinco retornantes para quienes se
construyeron módulos de vivienda y silos secos, en el estadio del pueblo. Ellos
han recibido la atención de la Dirección Regional de Salud y del municipio
distrital en su alimentación y ya están listos para reintegrarse a su pueblo, a
sus actividades, a sus familias.