JOSÉ DAVID, APURIMEÑO ILUSTRE
Escribe, Efraín Gómez Pereira
El pasado 26 de abril, fue una jornada emocionante. Aplausos y hurras para un selecto grupo de apurimeños que fueron declarados por el gobierno regional, personajes ilustres de Apurímac.
Las celebraciones por el sesquicentenario de nuestra región, tuvieron su cuota de emoción y calor familiar, en el encuentro convocado por la gerencia de desarrollo social, para entregar resoluciones directorales y una placa conmemorativa de los 150 años de creación política de Apurímac, a profesionales, artistas, docentes, trabajadores, promotores, empresas y empresarios que destacan por sus aportes en bien de la región.
Para mí, disculpen el tono personal, fue un momento de especial connotación familiar. Mi hijo, José David Gómez Pineda, artista con síndrome de Down, que además de practicar varios instrumentos, es un activo promotor de los derechos de personas con discapacidad, precisamente a través del arte, que es su pasión, recibió el reconocimiento regional.
Emocionado y serio, impecablemente vestido para la ocasión, José David, se dio tiempo y pausa, para explayarse con los sones del Himno a la Alegría, con su amiga flauta, recibiendo una ovación, también emocionada del auditorio.
José David, es músico, bailarin, clown, chef, animador y un joven que no se detiene ante nada. Entusiasta seguidor de cantantes y grupos de cumbia y de huaynos sureños, se sabe las canciones de sus preferidos, que las tararea en donde esté.
Lo he dicho muchas veces, sus logros son hechura de su madre, Gloria, experta en el tema de inclusión y discapacidad, quien no se detiene al igual que José David, en promover los derechos de las personas con discapacidad, tema lamentablemente ausente en importantes escenarios públicos y privados.
El arte y compromiso que lleva en sus venas, fruto de un intenso trabajo durante 27 años, le han permitido viajar a otros países donde comparte no solo su emoción de artista, sino su vocación para promover derechos, muchas veces esquivos del entorno familiar y social.
Su trabajo permanente le ha merecido además, recibir reconocimientos de diversas entidades en el país y extranjero.
Ha viajado a Chile, Ecuador, Colombia, Argentina, México y Estados Unidos y viene preparando maletas para un próximo periplo por Ecuador y Colombia.
Un orgullo que llevo en el corazón y una lección para las familias que tienen un José David en su entorno, de que discapacidad no es incapacidad.