Carnaval abanquino en Lima
Escribe, Efraín
Gómez Pereira
Lima soportó un sábado caluroso, sobre los 29 grados. Día adecuado y oportuno para el Carnaval Abanquino 2023, convocado por el Club Provincial Abancay. Pareciera que el taita Inti estaba confabulado con los pikis residentes en la ciudad capital, para regalarnos una jornada de calor extremo, ese que provoca sed y demanda de chelas bien heladas.
Tres años de espera y expectativa, a causa de situaciones anómalas que alteraron calendarios se cerraban con el reencuentro de abrazos y brindis entre amigos, familiares, llactamasis.
Los abanquinos que queremos nuestros carnavales, el más alegre del Perú, estuvimos para gozar y disfrutar además del calor del abrazo fraterno y de los encuentros postergados; de la sazón admirable de nuestra gastronomía local. Tallarines de casa, cuyes, chicharrones, mote, uchucuta.
Destacados cantantes y grupos de músicos venidos desde el valle primaveral o afincados en Lima, desfilaron en un estrado que contagiaba al baile, al zapateo. Nuestros carnavales de ritmo pegajoso, los huainos de lamentos y alegrías, comulgadas por voces abanquinas, hacían coro sin par con guitarras, charangos, mandolinas, quenas, tinyas y cascabeles.
Pareciera que estábamos en la misma plaza
Micaela Bastidas y el polvo que se levantaba del piso en los zapateos
interminables, pareciera que salpicaban desde las avenidas Arenas y Díaz
Bárcenas o del coliseo cerrado de Patibamba. “Patibamballay, patipa ruruchan…”
Una enorme gigantografía que destacaba los colores del Escudo de Abancay identificando al Club Provincial y una serie de fotografías que nos trasladaron a la belleza de nuestra tierra, hacían un coqueto encuentro, frente a frente, con la yunza levantada sobre el asfalto del local en el que se respiraban aires y sueños abanquinos. “Aymas calicantuchapi, chullalla sauce malquicha…”
Los organizadores de este esperado y ansiado abrazo carnavalero, se esmeraron en que todo esté al alcance de las manos. Desde el ingreso, la boletería y los accesos, la seguridad y amabilidad eran contagiosas. Un vaso de nuestra rica chicha de jora, nos dio la bienvenida, trasladándonos con su sabor único, hasta las picanterías de Condebamba o de San Antonio.
Las mesas con manteles lila, el color de nuestra Bella Abanquina, dispuestas alrededor de la pista del zapateo, de la yunza abanquina, fueron ocupadas de tope a tope, señal de la masiva concurrencia a la cita hecha por el Club Provincial Abancay. Había cañazo, tallarines, gorras, polos, mandiles.
El desfile de las comparsas contagió de nostalgia y recuerdos a quienes tuvimos la satisfacción de compartir esa hermosa e inolvidable jornada. Hombres de poncho nogal y mujeres de polleras multicolores, mantones, tacones y sombreros característicos, desplegaron desde cada una de sus comparsas, agrupaciones familiares o vecinales, alegría y desenfado. La competencia del zapateo fue, en realidad, un compartir en fiesta, de la fiesta abanquina.
La yunza vestida y ataviada para la ocasión, convocó danzas, zapateos, cantos, arengas de abanquinos entonados, y recuerdos de quienes no pudieron estar, así como los tradicionales e inevitables hachazos que, entre cánticos, silbidos, zapateos y contrapuntos, besó el asfalto, ya en las postrimerías de la cita, que se extendió casi hasta la medianoche.
El próximo año, seguramente esta renovada experiencia se repetirá no solo en Lima, sino en otras ciudades del interior y en el extranjero, donde corazones abanquinos, sonqos pikis, palpitan por el calor y color del carnaval más alegre del Perú, de nuestro carnaval abanquino.
El complejo El Gran Erizo, de la Av. Venezuela cuadra 21, lugar del encuentro piki, ofreció su fachada, para que se exhiban durante un año, paneles con fotografías dedicadas a la historia, cultura y tradición de nuestra tierra. Una enorme vitrina de promoción gratuita en una arteria capitalina muy transitada, que ojalá no sea desaprovechada.
Felicitaciones a los organizadores de este gran encuentro, la Junta Directiva del Club Provincial Abancay: Margoth Saavedra, Enrique Gutiérrez, Pablo Mendoza, María Gutiérrez, Laura Echegaray, Dalmiro Boluarte, Germán Quispe, Zoila Miranda, César Muñiz, Silvia Gutiérrez, César Bazán, así como a los abanquinos visibles que destacaron en sus ajetreos incansables como Mauro Pedraza, Juan José Enciso, Hugo Viladegut, Wilber Pinto, Luis Marcelo Sosa, Sonia Silva, Patricia Sotelo, Nilda Miranda, Cyntia Velarde, Andrés Solier. Igualmente, la municipalidad provincial de Abancay, las empresas Palomino, Ronco, Los Andes, Hermanos Alarcón, Clínica Tu Salud, que sumaron al éxito de la cita abanquina.