PAYMAKIS: riqueza lambramina
Escribe: Efraín Gómez Pereira
El trabajo coordinado entre pobladores, la municipalidad distrital de Lambrama y el Instituto de Desarrollo y Medio Ambiente IDMA, de Abancay, se ha visto coronado con el reconocimiento de la Zona de Agro Biodiversidad PAYMAKIS, que integra a las comunidades lambraminas de Payancca, Marjuni y Kishuará.
Poseedora de una riqueza ancestral en diversidad genética y cultural, en más de 14 mil hectáreas de tierras, se constituye en la sexta zona de agro biodiversidad del país, que logra el reconocimiento oficial, lo que se debe traducir en el compromiso del Estado, a través del Instituto Nacional de Innovación Agraria–INIA, de elaborar y aprobar el Plan Maestro que gestione la conservación y aprovechamiento sostenible de la zona.
En la microcuenca Paymakis, existen cultivos y diversidad de ecosistemas donde resaltan pajonales de puna húmeda, matorrales andinos, bofedales, entre otros, que sirven para conservar la actividad agropecuaria.
Los resultados obtenidos en los trabajos de investigación y validación que le permitieron alcanzar el certificado oficial de zona agro diversa, señalan que en esta microcuenca, hay abundante y variada diversidad genética, entre raíces, tubérculos, granos, cereales y plantas medicinales, además de tradiciones culturales, artesanía, etc.
En la zona ubicada entre los 2,800 y 4,925 msnm, la conservación de la riqueza natural se desarrolla en actividades tradicionales como la minka y el ayni, en campos rotativos de producción, denominados Laymes.
Se han reconocido 97 variedades de papa nativa, 24 de maíz, 6 de quinua, 5 de tarwi, 7 de olluco, 6 de oca, 8 de mashua, 20 de raíces y tuberosas, así como 85 especies de plantas medicinales, que representan una riqueza de especial connotación y base para el desarrollo de una actividad productiva ordenada y sostenida.
Las variedades de papa usuales son wira pasña, kuncan tullo, runtus y en maíz, destacan oke sara, chullpi, paraccay, granada, surfu, ccasay huasa, ama huaccaychu, luntuya, michi kiru y yana.
Paymakis concentra en su territorio una red hidrográfica de 28 lagunas de las que nacen 11 ríos alimentados por 18 riachuelos. Hay 20 manantes permanentes en el año. Las familias son posesionarias de las tierras comunales, donde se practica la agricultura familiar campesina y dominan la producción diversa en distintos pisos ecológicos, disminuyendo riesgos ante el cambio climático.
La mayor superficie se destina a la papa nativa, seguido del maíz que se produce en prácticas tradicionales, y están asociadas a la crianza de ovinos, vacunos, gallinas y cuyes.
La puesta en vigencia de la zona de agro biodiversidad, permitirá “mejorar las condiciones de vida de los pueblos originarios mediante la promoción de la conservación y uso sostenible de la agro biodiversidad nativa fortaleciendo el sistema de conocimientos tradiciones, tecnologías e innovaciones”.
Asimismo, “fortalecer y poner en valor sistema de conocimientos tradiciones, tecnologías e innovaciones de las comunidades campesinas. Fortalecer la memoria cultural entorno al manejo de la agro biodiversidad nativa procurando el aprovisionamiento de semillas que garanticen la seguridad y soberanía alimentaria de las familias asentadas en la microcuenca Paymakis”.
La migración de los jóvenes de la zona hacia las ciudades, las variaciones del clima, la ausencia del estado y servicios, se constituyen en riesgos latentes que se deben superar con la aplicación de políticas integrales, que serán necesarios implementar a través del Plan Maestro a crearse por el INIA.
La sostenibilidad de la zona, dependerá igualmente de la permanencia de los elementos técnicos de acompañamiento, de asistencia y capacitación técnica, de recursos financieros, de acceso a mercados, de fortalecimiento organizacional de las comunidades. Si no se aseguran estos pilares básicos, la experiencia puede resultar un fracaso, y las expectativas comunales defraudadas.
Paymakis viene a convertirse en un proyecto oportuno para que la próxima autoridad edil del distrito de Lambrama, incorpore en sus propuestas de gobierno local, un programa de desarrollo para esta zona con proyectos, perfiles y presupuesto.
El logro de esa alianza alcanzada entre pobladores, el municipio y la empresa privada, debe ser valorado en su real dimensión y corresponderá al nuevo gobierno municipal, en alianza con los mismos actores, vigilar su cumplimiento y disponer de lo necesario para que ese sueño regional se cristalice en desarrollo comunal y poner a Lambrama en una vitrina como la tierra de diversidad productiva. Estaremos atentos.
(Las fotografías son de IDMA Abancay).