jueves, 25 de noviembre de 2021

EMOCIÓN POR LIBROS EN LAMBRAMA Y ABANCAY

Emoción por libros en Lambrama y Abancay
Escribe, Efraín Gómez Pereira

Fueron días inolvidables. Privilegiar al pueblo donde nací para presentar, en su aniversario, un libro escrito sobre su historia, costumbres, personajes, tradiciones, festividades y anécdotas vividas en sus calles y parajes, tuvo respuesta impresionante.

“Lambrama, miradas de nostalgia”, un trabajo editorial que pasea por hechos y realidades del distrito de Lambrama, sorprendió gratamente a los lambraminos que se dieron cita en la plaza de Armas, para participar en los actos centrales por el 182 aniversario de su creación.
Con el fondo de la escalera de Chucchumpi 

Mis hijos, Efraín y José David, que viajaron de Lima por este motivo; mis hermanos en Abancay, Genaro, Gladys, Martha, Ebilton y Dino; sobrinos y primos, compartieron conmigo la emoción de los aplausos y los elogios regalados generosamente por mis paisanos, que soportaron con gallardía serrana, el sol lambramino por varias horas.

El municipio distrital, encabezado por el alcalde Hilario Saldívar, ausente en las celebraciones por temas de salud, me declaró, quizás inmerecidamente, Hijo Predilecto de mi pueblo. Razón adicional para seguir queriéndolo.
Declarado Hijo Predilecto de Lambrama. 

En Abancay, la Casa de la Cultura convocó a muchos amigos, quizás no a todos a quienes hubiese querido ver y abrazar. Sorprendente la visita de Hugo Chauca, gran amigo y colega, que viajó de Lima especialmente para esta ocasión; al igual que de Omar, mi sobrino, que se dio un salto desde Puerto Maldonado para llevarse dos libros autografiados.

Estuvieron en la presentación y comentarios, en representación del Gobierno Regional, la directora regional de Educación Lourdes Vigil, y por el Municipio Provincial, la regidora Rufina Sarmiento, además del profesor Hermógenes Rojas y el doctor Ebilton Aponte. Muchas gracias a todos. El municipio de Abancay me honró al entregarme la Medalla de la Ciudad.
Municipio Provincial de Abancay me honró con la Medalla de la Ciudad. 

Cuando presenté el libro “Mavia, mi bálsamo”, quedé realmente impactado por la reacción de algunos de los asistentes, quienes no pudieron evitar las lágrimas al escuchar mis confesiones sobre el acompañamiento que hice a mi señora, en los tres últimos años de su vida, enfrentando con fortaleza el rigor y el dolor que causa el padecimiento de una persona afectada por el cáncer.

Un amigo me confesó que tiene a su esposa ya cuatro años padeciendo el mal, pero que él no le dedica mayor atención, precisamente por la situación física de la señora, con evidencias visibles del mal en el rostro y en el cuerpo. Prometió cambiar de actitud y “asumir la valentía” para enfrentar el caso cara a cara. Nos abrazamos entre lágrimas.
Dos libros entregados en Lambrama y Abancay. 

"Mavia, mi bálsamo”, es un testimonio íntimo de lo que me tocó vivir, luchando contra el cáncer que finalmente se llevó a mi señora. Es un cuadro que describe las penurias y dificultades a las que se debe enfrentar; al mismo tiempo, es una lección de vida, pues nos hace más humanos, más sensibles y solidarios, más creyentes. Su fácil lectura nos identifica inmediatamente con una situación dolorosa y de fortaleza.

Los amigos interesados en adquirir los libros pueden buscarlos en las librerías Crisol, El Virrey de Miraflores; San Cristóbal, del centro de Lima, y Librería Roca (estand 36 de la Feria de Libro del Bicentenario), y en Artífice Comunicadores. En Abancay, está a disposición a través de Dino Pereyra, teléfono 983702108.

Muchas gracias Lambrama, gracias Abancay, gracias Pregón, gracias Artífice Comunicadores por todo y por lo que está por venir.

miércoles, 3 de noviembre de 2021

Si vienes a mi Abancay

Si vienes a mi Abancay
Escribe, Efraín Gómez Pereira

La nostalgia por el desaparecido Pisonay; el Ampay, sus aguas gélidas y sus intimpas; el Mariño y su música perenne; el Quisapata, el Pachachaca, Taraccasa, Aymas y sus encantos naturales.

El pan común, las wawas y taparacos. Los carnavales, las fiestas costumbristas, el mercado de Huanupata, con sus asnapas y sus quesos artesanales; las chicherías y picanterías con sus tallarines nativos; la calle Miscabamba y sus recuerdos. 

Micaela, José María, el “Papi” Villa, nuestras leyendas. Los colegios emblemáticos Miguel Grau y Santa Rosa; Aurora, Vallejo, Mercedes, Bonifaz, la Salle. 
Micaela de Abancay. Nuestra Micaela.

El clima tropical, los amaneceres de tuyas y atardeceres de jesjentos. Las lluvias de temporada que regalan arcoíris como pasacalles que cruzan la ciudad, sus arterias empinadas; su gente alegre y sencilla del “papacito” y “mamacita”, son algunos de los sellos particulares que caracterizan a nuestra hermosa Abancay.

Los abanquinos nos sentimos orgullosos de estas y otras bellezas que están a la vista de todos. Sonrientes y festivos buscamos una buena ubicación para hacer la toma que perennice nuestro paso por la plaza de Armas y su bella catedral, los parques Micaela y Ocampo, el Mirador, San Antonio, Illanya, Saywite.

Son detalles que llevamos con nosotros sin ningún rigor ni esfuerzo. Nuestro cómplice inseparable en estos avatares, es el moderno móvil que desde un pequeño espacio en los bolsillos, nos lleva a través de un audífono, otro sello especial de este valle primaveral: la música abanquina, los huainos inmortalizados en el querer popular.
El Arco, monumento abanquino en el recuerdo

Es imposible, un sacrilegio, estar en Abancay y no gozar de los sones emocionados de los carnavales de este valle, los más alegres del Perú. Sería imperdonable no tararear el himno de los pikis hecho canción popular, a través de “Si Vienes a mi Abancay” o “Así es mi Tierra”, del gran Pepe Garay.

Precisamente sobre esta canción, el periodista Hugo Viladegut, hizo un reciente “jalón de orejas” a las autoridades, a los abanquinos, por no recordar ni celebrar como se debe, los 50 primeros años de esta creación grabada por Pepe Garay, Jorge Vargas y Oscar Pinto.

Hugo recuerda que el disco, “llegado a Abancay, el bazar ‘El Chinito’ y la tienda de discos de Rafael Aguilar Camacho agotaron la provisión de 1000 discos en menos de tres meses”.

Agrega "Si vienes a mi Abancay" quedó grabada en el subconsciente de los abanquinos. En todas partes del mundo los pikis con ojos humedecidos la cantan cuando se reúnen y en Abancay es pieza obligada en el repertorio de todos los grupos y cantantes”. "Si Vienes a mi Abancay", es una realidad cultural. ¿Sentirán ese clamor las autoridades?”, cuestiona Hugo.

Para hacer más festiva esta nota de evocación y homenaje a un pedacito de abanquinidad impregnada en todos los corazones pikis, es bueno conocer que Pepe Garay recuerda que hace cincuenta años, la edad del himno, “desde que nace el día hasta que muere el sol, el espíritu alegre y jovial de su gente lucía siempre con el ánimo altivo y manera de ser risueña y gentil del abanquino, piki travieso, inquieto y bonachón que caracteriza nuestra estirpe”. 

“En ese contexto –dice- me impuse el deseo de resaltar la alegría de su ambiente hospitalario y generoso, el calor del paisaje, y extender al mundo la mano amiga invitando venir al valle de Aucapana y Santiago de los Reyes. A nuestro bello carnaval de colorido vestuario, de singular coreografía y sana picardía, y a los brillantes Negrillos de tradición, había que sumar una canción de ritmo alegre como su gente. Así nació "Así es mi tierra" o "Si vienes a mi Abancay", que resume modestamente el cariño y gratitud que siento por mi amada tierra, Abancay de mis a amores”, rememora Pepe Garay.
Feliz 147 aniversario, Abancay, capital del cielo. Abrazo lambramino.