Se debe declarar en emergencia el agro apurimeño
Escribe, Efraín Gómez Pereira
Información técnica sobre una inminente sequía en países de América Latina, advierte que esta sería la segunda más intensa del continente desde 2002. Es decir, desgracia en los campos de cultivo y en las crianzas con graves consecuencias en escasez de alimentos y mayor crisis entre los productores, sobre todo los pequeños.
Todos los años, en época de verano, nuestro país afronta los efectos de lluvias e inundaciones, con la destrucción de la infraestructura productiva en el sector agropecuario. Se crean programas de emergencia, presupuestos y burocracia para la reconstrucción, que ya forman parte de la agenda nacional. Los programas de prevención no funcionan o lo hacen a medias.
Para el caso de la sequía, que se pronostica para este año, los llamados de advertencia provienen de los propios productores, que constatan cómo, en el día a día, sus campos de cultivo se vienen secando a consecuencia de la ausencia de lluvias, la falta de agua o estrés hídrico.
En nuestra región, Nemesio Quispe Romero, dirigente agrario de Andahuaylas, señala que “los campos se encuentran secos y las siembras de maíz, papa y otros, están a punto perderse por la falta de agua. Los agricultores temen la pérdida total de la presente campaña y piden a las autoridades medidas de previsión para enfrentar la sequía”.
El diario Pregón, en su portada del martes, 25 noviembre, recoge el clamor regional y señala “Agricultura apurimeña en crisis” e invoca atención de las autoridades para que se declare en emergencia la agricultura regional. “La sequía ha puesto en peligro los sembríos de cientos de agricultores, muchos ya perdieron sus cultivos”, afirma.
“La campaña agrícola 2020-2021 está en grave riesgo por la escasez de agua en manantiales y lagunas, así como por las altas temperaturas que se registran en toda la región”, agrega.
Se sabe que el gobierno Regional de Apurímac, evalúa daños y calcula los riesgos que serán el soporte del informe técnico que sustente el necesario pedido de la declaratoria de emergencia por el gobierno Central. La emergencia supone un plazo no menor de sesenta días, para tomar medidas y acciones de excepción necesarias para reducir los riesgos, con cargo al presupuesto institucional de los pliegos involucrados.
De acuerdo a la programación de cultivos priorizados en el Marco Orientador 2020-2021 del ministerio de Agricultura y Riego, en Apurímac se deben haber sembrado 22799 has de papa, 24650 de maíz amiláceo, 2381 de maíz choclo y 4269 de quinua; la mayor parte en manos de pequeños y medianos productores, los que están en grave riesgo por la sequía.
Los productores que vean afectados sus cultivos, deberán acogerse asimismo, a los beneficios del Seguro Agrícola Catastrófico, del ministerio de Agricultura y Riego, que indemniza parte de los costos de producción, y que para este año tiene previsto cubrir los 24 departamentos del país.
Con una inversión de 57 millones de soles, se asegurará más de 2.3 millones de hectáreas, para atender a un estimado de 950,000 pequeños productores de la agricultura familiar, principalmente, en todo el país.
Es necesario que el gobierno Regional gestione, de una vez, la declaratoria de emergencia del agro apurimeño. Será una medida que lleve alguna esperanza a miles de productores y criadores familiares de nuestra región, que ya atraviesan penurias, como otros sectores, a causa de la pandemia.